Para viajar a Alaska, la vía más usual es volar desde Seattle por la compañía Alaska Airlines hasta Anchorage o Fairbanks, donde se aterrizará tras tres horas de vuelo. Aunque Juneau es la capital del estado, la mayoría de los vuelos salen y llegan a estas ciudades, ya que son la más grandes. Hay vuelos directos todos los días desde cualquier ciudad del resto del país.
Desde dentro de Alaska, hay vuelos frecuentes entre ciudades, y también vuelos en helicóptero o pequeños aviones que te ofrecen transporte hacia las regiones más inhóspitas.
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Pero existe una alternativa más económica al avión: el ferry de Inland Marine Highway. También desde Seattle,se puede ir por mar hasta Sitka, Juneau, Skagway y Haines. Evidentemente, el viaje es más lento (unos tres días) aunque desde luego, al ver la belleza de los paisajes, es más una aliciente que otra cosa.
No todo el territorio del estado es accesible por coche. A las islas y pueblos del brazo sudeste pueden se puede acceder por avión. En coche podemos ir hasta Skagway o Haines, si se toma la Autopista Alaska (Alaska Highway). Esta ruta fue construida durante la Segunda Guerra Mundial y se mantuvo sin pavimentar en la mayor parte de su longitud. Ahora está en excelentes condiciones.
Generalmente son unos cuatro o cinco días recorrer esta carretera de punta a punta, pero también puede ser un viaje atractivo para los más intrépidos.
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