El Estado de Washington (no confundamos con Washington D.C.) se ubica en el noroeste del país, limitando por el norte con Canadá y por el sur con Oregón.
Washington es uno de los estados de la costa oeste más espectaculares en cuanto a naturaleza. Lleno de bosques, abarcan todo el territorio rodeando a las ciudades como Seattle, la capital del estado. De hecho, el jefe indio Seattle (de quien obviamente la ciudad tomó el nombre), se le atribuye el famoso manifiesto que es considerado como el primer gran manifiesto ecologista de la Historia.
Qué ver en el Washington.
Washington, conocido como Evergreen State., es el estado perfecto para realizar actividades al aire libre: caza, pesca, navegación, esquí, alpinismo, ciclismo, senderismo…
Sus bosques están llenos de secuoyas gigantes provenientes de California.
Una de las zonas más apreciadas por los turistas es la Península Olímpica, una bahía con enormes montañas y escasa población, con cumbres cubiertas perpetuamente de nieve y glaciares.
Las Montañas Cascade, al este de Seattle,son una cadena montañosa que abarca todo el estado de norte a sur. En ellas hay conos volcánicos como el Monte Rainier (4.300 m), que está dentro del hermosísimo Parque Nacional Monte Rainier. Por cierto: este volcán sigue activo, pero muy controlado. A nadie le va a pillar de sorpresa una expulsión de lava.
Por ahí hay lugares como las cataratas de Snoqualmie Falls, donde se rodó la serie Twin Peaks.
Al este del estado, tras estas montañas, el clima cambia. Hay mucha menos precipitación y esto da como resultado una planicie desértica de praderas con colinas semi-áridas. El Río Columbia atraviesa estas tierras.
Es aquí donde se da un excelente vino, sobre todo en los conocidos Valle Yakima y Valle Columbia, importantes productores vitícolas.
Seattle
Si. La ciudad del ‘grunge’. También donde se fundo el primer Starbucks. Seattle mezcla belleza, modernidad y una sorprendente actividad cultural. Pocas ciudades son tan fascinantes como Seattle de noche.
Como dijimos antes, Washington es todo naturaleza, y las localidades que hay se desarrollaron en el pasado gracias a la fiebre del oro. En la actualidad Seattle se han convertido en una gran urbe por la presencia de compañías como Boeing y Microsoft.
De Seattle hay que destacar sobre ls demás cosas el Space Needle, una gigantesca torre giratoria de 184 metros de altura, provista de ascensores alrededor del edificio. Es el gran protagonista del skyline de Seattle. Si quieres, puedes aprovechar para comer en su restaurante giratorio.
Seattle tiene una de las más variadas ofertas de ocio de los Estados Unidos y un turismo bastante peculiar.
De noche abundan las salas de conciertos
donde el los 80-90 se desarrolló una escena musical extraordinaria, extendida por el mundo gracias a Nirvana y que puso a Seattle en el mapa cultural internacional.
También tenemos al Starbucks, la primera tienda de la cadena, abierta en los años 70.
De día están el Pike Place Market, donde los pescadores del mercado se lanzan los pescados al aire. Perderse en este lugar es como volver a la época de la fiebre del oro; o Los muelles, con los mejores atardeceres de la ciudad y focas y orcas saludando a los paseantes.
Microsoft tiene aquí su cuartel general y las instalaciones de la Fundación Bill & Melinda Gates son muy visitadas. Otros lugares muy famosos son el Museum of Flight de Boeing o el Seattle Aquarium con toda la fauna de la región.
Para comer no sólo en Seattle, sino en todo el estado de Washington, destacan los productos del mar, sobre todo el marisco: el King Crab , el hallibut, las ostras de Hood Canal. Y evidentemente hay que tomarlos con los vinos de la zona del Columbia Valley, o cualquier cerveza local.
Dónde dormir en Washington
Avisamos: Seattle no es una ciudad con hostales demasiado baratos, aunque hay que decir que existe una oferta más que razonable de hoteles de gama media y alta.
Pero os recomendamos que, aunque la visita sea corta, os alojéis en las afueras de esta ciudad. Existen numerosos pueblos en los alrededores (Redmond, Bellevue, Fremont, Ballard, University District…) con alojamientos de toda clase mucho más económicos. Desde ahí tendréis cerca tanto la capital como la naturaleza salvaje. Lo mejor es hacer esto y alquilar un coche para gozar de la libertad que se respira en todo el estado. Nada de planes… Lo mejor en Washington es la aventura.
¡Ah…! Otra cosa… Es muy, pero que muy recomendable tomar un crucero que va de la ciudad a Alaska. Por supuesto, el alojamiento va incluido con los paisajes de otro planeta que veréis.
