Costa Oeste

La Costa Oeste (West Coast), incluye los estados costeros más occidentales de Estados Unidos, que incluyen a California, Oregón y Washington pegados al Océano Pacífico y Arizona y Nevada, que pese a no ser costeros tienen importantes lazos económicos y culturales con California, el corazón de la región. Y aunque no están en el continente, Alaska y Hawái bordean el Pacífico, por lo que también se incluyen en la Costa Oeste.

Las principales ciudades son Los Ángeles, San Diego, San Francisco, Anchorage, Honolulu y Seattle. En el interior están Portland, Las Vegas y Sacramento.

En todas ellas, el viajero podría pasar meses descubriendo nuevas maravillas: Los Ángeles, con el glamour de Hollywood, el Muelle de Santa Mónica o Venice; San Francisco con el puente Golden Gate, la Calle Lombard, y la Chinatown más antigua del país; Las Vegas con sus casinos y su encanto decadente para pasar la noche en vela jugando o de fiesta; Seattle y su característica Space Needle o su ruta a las islas con el Puget Sound

Pero la Costa Oeste no son sólo estas grandes metrópolis… Entre ellas existen innumerables Parques Nacionales (Yosemite, Valle de la Muerte, Redwood, Olympic…), monumentos naturales (Monument Valley, el Gran Cañón, Muir Woods…), playas paradisíacas (Cannon Beach, la casi onírica Playa de Ruby, Haystack Rock, el Otter Crest Scenic Viewpoint de Oregón…) y otras maravillas que hay que vivir en directo, como ver a los leones marinos durmiendo en la playa de Big Sur, recorrer las antiguas misiones españolas repartidas por toda California, pasar el día en Disneyland o Legoland, ver la ceremonia de los Oscar en el Teatro Kodak, admirar las ceremonias religiosas nativas en Sedona o disfrutar del desierto en Joshua Tree.

La Ruta histórica 66 que acaba en California es una excelente opción para visitar la Costa Oeste, ya que une de alguna forma todos estas maravillas naturales o creadas por el hombre, aunque también es sumamente interesante la Ruta 101, que recorre la costa pacífica de L.A a Oregon.

Por supuesto, hay que citar Alaska y Hawái como dos paraísos independientes del turismo estadounidense.

Alaska, el estado número 49, el mayor del país y quizás el más bello y salvaje de todos destaca por sus espectaculares paisajes y su potencial turístico, ya sea turismo familiar, con hoteles de todas las categorías para todas las familias, turismo ecológico para sumergirse en plena naturaleza o turismo extremo, para quemar un poco de adrenalina.

Hawái, el estado más reciente, es el paradigma de archipiélago paradisíaco. Estas islas cuentan con paisajes de una belleza irreal, unos cuantos volcanes en activo, un clima tropical cálido y una gran cantidad de playas con mayor o menor cantidad de gente (las hay desde abarrotadas hasta las casi vírgenes), atrayendo a un buen número de turistas de todo el mundo, pero también a deportistas (Hawái es un paraíso del surf), biólogos (la flora y la fauna de las islas son de lo más especial) y geólogos (los volcanes de Hawái tienen características únicas).

Inmensos desiertos, frondosos bosques, enormes ríos y lagos, agradables playas, montañas nevadas, volcanes, valles, ciudades y pueblos… La Costa Oeste de los Estados Unidos esconde estos tesoros y muchos más.