El puente de Brooklyn

Desde Manhattan el puente de Brooklyn nos lleva a este barrio no tan conocido de la ciudad fe Nueva York.

Uniendo los distritos de Manhattan y Brooklyn se levanta este enorme puente colgante sobre el East River de Nueva York. Más que un puente, es todo un símbolo la ciudad. Marcó un hito en la historia al utilizar por primera vez el acero en este tipo de edifico. Durante décadas fue el puente colgante más largo del mundo. Cuando se construyó dobló en longitud al mayor construido con anterioridad). Reconocible en todo el mundo, el Brooklyn Bridge es uno de los emblemas de la ciudad y se reproduce en la mayoría de fotografías promocionales y postales del skyline neoyorquino.

Actividades y visitas del Puente de Brooklyn.

Son muchas las cosas que se pueden ver y hacer desde el Puente o con el Puente de Brooklyn como telón de fondo. Visitarlo a píe, en bici o en alguna excursión organizada es una gran idea. Muchas películas y series se han rodado en él, o con él de imagen de fondo. Los amantes de la fotografía disfrutarán de sus innumerables perspectivas y de las vístase Manhattan y Brooklyn.

Historia.

Dada la demanda de los habitantes de Brooklyn que trabajaban en Manhattan, se decidió a mediados del siglo XIX buscar una alternativa al masificado, lento y peligroso ferry que surcaba el East River.

Diseñado por la compañía de ingenieros de John Augustus Roebling el inventor del alambre. La construcción del Puente de Brooklyn fue también la causa de su muerte, al gangrenarse un pié en un accidente laboral semanas después de empezar las obras en 1870. Para su construcción, se utilizaron 600 obreros inmigrantes que sufrieron continuos accidentes. 20 de ellos murieron.

El monumento tardó 13 años en finalizarse y costó 15 millones de dólares, el doble del presupuesto inicial. Se inauguró en mayo de 1883. El primer día, lo cruzaron más de 1800 vehículos y 150.000 personas, incluido el presidente Chester Arthur, y su peaje costó un cent.

Características

Construido con piedra caliza, granito, cemento y acero, el Puente de Brooklyn basó su estilo arquitectónico en la corriente neogótica, de moda en la época. Esto se nota en los arcos apuntados de sus dos torres laterales. Está Sustentado por cables de acero, tiene una longitud de 1825 metros, un ancho de 26 metros y una luz de 486,3 metros.

Los anclajes son sólidas estructuras cúbicas realizadas en piedra de mampostería y su peso se aproxima a las 60.000 toneladas cada uno y sobre ellos descansan las dos torres de granito. La plataforma del camino cuelga en ligas de acero con un diámetro de dos pulgadas encadenadas a partir de dos grandes cables con un diámetro de 16 pulgadas. Cada uno de estos cables se compone de 5.296 alambres de acero capaces de sostener una carga viva de 12.000 toneladas de peso.

Tráfico

El Puente de Brooklyn consta de 6 carriles (3 en cada sentido de circulación) hechos de hormigón, además de una pasarela superior independiente para peatones y bicicletas.

El tráfico medio diario es de 145.000 vehículos restringidos a una altura máxima de 3,4 metros. No se permite la circulación de camiones o autobuses, aunque hasta 1950 se permitió el uso de trenes elevados y tranvías.

Actualmente ya no hay peaje, aunque hay que ser muy valiente para entrar en coche a Nueva York. Desde los años 80, se decidió iluminarlo muy acertadamente, por las noches para acentuar su silueta. Es uno de los monumentos más fotografiados de la ciudad de Nueva York.