En el sector occidental de los Estados Unidos, entre la Costa Oeste y el Medio Oeste, se sitúan un grupo de estados con increíble potencial turístico, todos ellos en contacto con las montañas rocosas.
Se trata de Montana, Idaho, Wyoming, Utah, Colorado y Nuevo Mexico, cada uno de ellos con sorprendentes activos turísticos.
Aún con sus importantes y atractivas ciudades (Denver, Colorado Springs, Cheyenne, Salt Lake City, Aurora, Boise, Santa Fe…), repletas de los más variados monumentos, los verdaderos protagonistas son lo paisajes naturales, quizás los más espectaculares del país.
Ahí está por ejemplo Yellowstone, entre Wyoming, Idaho y Montana, el parque nacional es el más antiguo del mundo, que aparte de la excepcional variedad de su fauna y flora, tiene un enorme interés geológico al encontrarse en el, dos tercios de los géiseres del planeta y más de 10000 fuentes de agua caliente.
El Parque Nacional de los Glaciares, en Montana, es excelente para el excursionismo y el senderismo. Se trata de uno de los ecosistemas más intactos de la zona y a parte de ver auténticos glaciares de primera mano, es ideal para el turismo por sus cabañas, refugios y hoteles en plena montaña.
El Parque Nacional de las Montañas Rocosas en Colorado, es visitado por tres millones cada año que quieren disfrutar de sus verdes praderas, sus cascadas y arroyos agitados, o cualquiera de sus 150 lagos.
El Estado de Utah es un reconocido paraíso para los amantes de las actividades al aire libre. Como ejemplo el Cañón Bryce, con su anfiteatro natural de 19 kilómetros de largo, cinco de ancho y 240 metros de profundidad, y una masa de agujas de roca de todos los colores y formas que se alzan 60 metros sobre el valle. En una noche clara pueden verse hasta 7.500 brillantes estrellas, el triple de la media del país.
Los Estados de las Rocosas son ideales para visitar el auténtico «Wild West» de los Estados Unidos. Abundan ranchos ganaderos y ranchos para huéspedes tanto en las planicies como en las Rocosas. Estos lugares todavía se consideran la tierra de indios y vaqueros, de pueblos mineros de la fiebre del oro. Mesa Verde, en Colorado, es un complejo de 211 kilómetros cuadrados que alberga ruinas del pueblo anasazi, que vivió en la zona desde el siglo VI y la abandonó sobre el 1275 por razones desconocidas.
La posibilidad de practicar deportes son otros de los atractivos turísticos de este basto territorio. No solo los miles de kilómetros de senderos bien mantenidos para senderismo, cabalgar o ciclismo de montraña. Las Montañas Rocosas ofrecen magníficos retos para escaladores. Además sus múltiples ríos y arroyos son ideales para el kayak,.
Para los amantes del esquí, este es definitivamente su lugar: Tanto Aspen como Vail o Blue Sky Basin son consideradas las mejores estaciones del país.
En Nuevo Mexico podemos disfrutar tanto del desierto como de la montaña. Antiguas ciudades como Albuquerque, interminables praderas y amplias llanuras de arbustos, o lugares mágicos como Taos o las Cavernas de Carlsbad.
Uno de los lugares más visitados del estado es el pueblo de Roswell, que obtuvo notoriedad por las haberse visto en la zona numerosos platillos voladores. Desde eso, todos los 4 de Julio, se celebra un «festival de extraterrestres”, con»aliens» disfrazados y carrozas galácticas.
Los estados del oeste son pues una enorme oportunidad para visitar los lugares más hermosos del planeta.