El estado número 47 (pero el 5º más extenso), The Land of Enchanment (la Tierra del Encanto), una de las joyas de los estados de las rocosas… Nuevo México es un estado mágico, ideal para el turista que busque descubrir épocas antiguas o para los amantes de las culturas indígenas. Pero también es un estado donde se puede practicar el mejor buceo, senderismo, espeleología o cientos de deportes acuáticos. O también disfrutar de dos atractivas ciudades como son Santa Fe y Albuquerque.
Y sí… Nuevo México es también es la meca de los aficionados a la ufología.
Habitado por Nativos Americanos desde miles de años antes de la Exploración Europea, Nuevo México fue colonizado por los españoles en 1598 y anexionado al Virreinato de la Nueva España. Actualmente existen muchos vestigios muy bien conservados tanto de la prehistoria como de la presencia española.
Es el segundo estado de los Estados Unidos con mayor porcentaje de Nativos Americanos ( sobre todo los pueblos Navajo, Pueblo y Apache).
Qué ver en Nuevo México
Son tantas las cosas por ver en este estado que lo mejor es enumerar las más populares. Empecemos por los monumentos y parque nacionales:
El Parque Histórico Nacional de Cultura Chaco, con sus 4.000 yacimientos de ruinas indígenas. Pese a estar rodeada de un entorno árido bautizado como las cuatro esquinas, hay una gran abundancia de fauna y flora autóctona, además del incalculable valor arqueológico demostrado por los continuos hallazgos, que obligaron a ampliar el parque en numerosas ocasiones. Por ello, en 1906 se aprobó en el congreso la primera ley de protección de antigüedades y patrimonio.
En el Monumento Nacional Malpaís las vistas son sencillamente espectaculares. La lava se encuentra con los acantilados de arenisca roja, como dos mundos encontrándose en un mismo sitio. También es obligatoria una visita al Centro Turístico de las Cavernas de Hielo, con el Cráter Bandera, que es el cono de ceniza más grande de todos en Malpaís.
Otra maravilla: el monumento nacional de las Ruinas Aztecas, que se llama así aunque no son realmente aztecas, sino de Puebla. Esta ruina, albergaba unas 500 habitaciones, incluida una kiva restaurada, una estructura ceremonial, en donde los visitantes pueden entrar y explorar cómo era el pasado en la zona. Absolutamente escalofriante.
Taos es un conocido pueblo habitado por los misteriosos indios tiwa, muy poco dados a compartir sus tradiciones con forasteros. Quizás por ello, se puede disfrutar del excepcional estado de conservación de sus viviendas. Con más de mil años de historia, la localidad destaca por su urbanismo genuino articulado por casas de adobe rojo, que apenas variaron a través de los siglos. El edificio más reciente de Taos data del 1885.
El Parque Nacional de las Cavernas de Carlsbad es otro monumento patrimonio de la Humanidad en Nuevo Mexico, un enclave en las Montañas de Guadalupe. De las más profundas del mundo, sus cuevas albergan espectaculares estalactitas y estalacmitas, y la mayoría de sus secretos todavía están sin explorar, atrayendo a miles de espeleólogos que van descubriendo nuevas zonas en las grutas. En algunas de sus 83 cuevas independientes, la profundidad llega a los 500 metros. En otras, como la Caverna Carlsbad, se puede acceder por ascensor a su cámara subterránea.
Atracciones de Nuevo Mexico
En el noreste de Nuevo México es paradójicamente donde más vemos el típico y salvaje oeste, donde hace años vivieron desde vaqueros hasta mineros, desde los fuera de la ley, hasta los sheriffs.
El Parque Histórico Nacional Pecos, una joya del pasado multicultural de Nuevo México que une la historia india, española y anglosajona, y donde se conserva con las ruinas del pueblo, las misiones españolas, los restos del camino de Santa Fe y los lugares de la batalla de la Guerra Civil.
El Parque Biológico de Alburquerque cuenta con un excepcional acuario, con expositores centrados en la vida submarina. Por otro lado la Granja Patrimonio de Río Grande, tiene unos fértiles huertos de manzanas y está lleno de ganado. Muchos turistas se pasean por la zona por su tranquilidad y belleza.
Para los senderistas hay que decir que además de la Ruta 66, por Nuevo México pasa el asombroso Camino a Santa Fe, una de las rutas históricas de más belleza de todo el país.
En el Parque Estatal Elefant Batte podemos sentirnos en una playa: arena y agua… y unas suaves temperaturas que atraen a miles de turistas. El parque abarca la extensión más grande de agua de Nuevo México y es muy popular para ir en barco, canoa, hacer esquí acuático y bucear. Es muy recomendable la acampada, donde se hacen unas fiestas realmente divertidas.
En ese sentido otra atracción deportiva es El Agujero Azul, donde hay un lugar ideal para los buceadores. Cerca de Santa Rosa, miles de buceadores se van a «la ciudad de los lagos naturales», una piscina natural de más de 24 metros de profundidad.
Una atracción que también reúne a un buen puñado de gente es El Museo Internacional de Ovnis. Ahí podemos aprenderlo todo sobre el «incidente Roswell» de julio de 1947. Una visita guiada permite a los aficionados a la ufología de todo el mundo saber todos los detalles sobre el suceso y otros asuntos relacionados con los OVNIS como esos extraños círculos que aparecen en las cosechas, testimonios de abducciones y antiguos cultos extraterrestres.
Santa Fe y Albuquerque
Santa Fe es la capital del estado de Nuevo Mexico, aunque es muy pequeña y acogedora. Sólo tiene unos 70.000 habitantes.
Es un lugar pintoresco, siempre soleado y tiene unos monumentos de visita obligada, como la Misión de San Miguel, del año 1610, posiblemente la iglesia más antigua de los Estados Unidos de América. De esa época colonial, cuando la ciudad era española se conserva también el Palacio de los Gobernadores, también de 1610 o iglesias como San Francisco de Loreto, con su escalera milagrosa que se mantiene sola de pie.