El puente colgante más famoso del mundo une la península de San Francisco (California) con el Condado de Marin y debe su nombre al estrecho sobre el cual está construido, homónimo del estrecho en Constantinopla, la Puerta Dorada, que unía Europa con Asia.
Al contrario de lo que pueda parecer, pese a sus 2.737 metros de longitud total y sus 27 metros de ancho, no es el puente más grande de San Francisco, ya que es mucho mayor el Bay Bridge.
Sus orígenes se remontan a la década después de la Primera Guerra Mundial, cuando el tráfico rodado en San Francisco se multiplicó por siete y la ciudad, incapaz de abastecer las demandas de comunicación y transporte de sus ciudadanos, decidió autorizar su construcción en 1928. Con el crack del 29, las obras se pararon, iniciándose de nuevo en 1933 con el ingeniero Joseph Strauss a la cabeza del proyecto, que lo finalizaría en 1937. Para ello fue necesario un presupuesto de 35 millones de dólares.
El Golden Gate consta de un puente colgante y un pequeño puente de arco, construidos en acero. Su característico color rojo fue añadido para evitar la oxidación de las estructuras a causa del Océano Pacífico. Dos elegantes torres de 227 metros de altura aguantan con dos cables, subdivididos en 25.000 cables individuales las más de 80.000 toneladas de peso y por sus 6 carriles pasan diariamente, entre turismos, peatones y bicicletas, más de 100.000 vehículos que recorren la Ruta 101. En 1983, se redujo el límite de velocidad de 90 a 70 kilómetros por hora. Bajo su estructura, 67 metros de gálibo dejan paso también a un gran número de barcos.
Esta obra de ingeniería, de las mayores en su época, resistió perfectamente los incontables terremotos sufridos por la ciudad, incluyendo el de 1989, de 7,1 en la escala de Ritcher. De hecho, el Golden Gate sólo fue cerrado tres veces en toda su historia, debido a fuertes vientos.
Como dato macabro, y pese a las progresivas medidas de seguridad, el puente atrajo a 1218 suicidas registrados que decidieron acabar con sus vidas en el histórico emplazamiento (una media de 18 al año). Para disuadir este comportamiento, las autoridades de San Francisco, bajo el asesoramiento del Physical Suicide Deterrent System Project, decidieron en 2010 plantearse la colocación de una red de contención bajo ambos lados del puente que podría salvar muchas vidas.