Hay un lugar en la Costa Oeste de los Estados Unidos que no deberías dejar de visitar si estás por la zona. Es Monument Valley, todo un icono geográfico y cultural del país.
Situado justo entre los estados de Arizona y Utah, no tiene el mismo impacto turístico que pueden tener en la zona otras visitas como pueden ser al Gran Cañón del Colorado o a Las Vegas, sin embargo esto puede ser positivo al no estar totalmente masificado. Además os aseguramos que la visita es sorpendente y muy amena. Un recuerdo imborrable de tu visita a lo más auténtico del país.
El lugar es perfecto para una visita improvisada si vas por ejemplo camino a Los Ángeles por cualquiera de las carreteras estatales.
Qué es Monument Valley
Monument Valley (‘valle de los Monumentos’) es una gran depresión geográfica dentro de una reserva de indios navajos. Está muy cerca del visitadísimo Monumento de las Cuatro Esquinas.
A un nivel geográfico, el área forma parte de la meseta de Colorado, de un característico color rojo por la alta cantidad de óxido de hierro que hay en las limolitas desgastadas. También están las rocas más oscuras, de color azul y gris, que se deben al óxido de manganeso.
El caso es que este mágico lugar tiene unas muelas en las que se ven claramente tres capas principales.
Desde los años 20, con la industria del cine en pleno rendimiento, fue una localización para numerosas películas (básicamente westerns). John Ford rodó a menudo ahí, e incluso hay un espacio dedicado a su figura: el John Ford’s Point.
Entre las películas rodadas en Monument Valley tenemos nada menos que La diligencia (1939), Río Grande (1950) o Centauros del desierto (1956) de Ford y otras como La historia más grande jamás contada, Thelma y Louise y Forrest Gump, además de miles de anuncios publicitarios.
Entrada a Monument Valley
Para llegar al Monument Valley desde el Gran Cañón (por Arizona), hay que subir dirección norte por la Ruta 163. Justo después de haber entrado en el Estado de Utah, cerca de la pintoresca ciudad Goulding, encontrarás el acceso al parque a unos 13 kilómetros . De pronto hay una carretera bastante estrecha que te llevará directamente a la entrada del parque, donde encontrarás las taquillas.
También hay opciones como contratar excursiones de dos días para visitar el Monument Valley de dos desde Las Vegas o Salt Lake e incluso ir en avioneta desde Page, sobrevolando el lugar.
El precio de la entrada es de sólo 5 dólares por persona aunque el ticket sale gratis a los niños menores de 9 años. Una vez pagada esta entrada ya se puede acceder al recinto donde entrarás en el llamado Centro de Visitantes, (un edificio, por cierto, que cuenta con un hotel: The View).
En ese Centro de visitantes hay también un mirador desde donde podrás disfrutar de las primeras vistas panorámicas del Monument Valley y empezar a sorprenderte por lo que es capaz de hacer la tierra a nivel geológico. Sus curiosas formaciones de mesas en roca son muy reconocibles. A todos nos suena este paisaje, quizás por que ha sido escenario de numerosas películas como las mencionadas arriba.
Horarios de Monument Valley
Para visitar Monument Valley hay que tener en cuenta que hay dos temporadas: en la primera, de mayo a septiembre, los horarios son desde las 6 de la mañana hasta las 8 de la tarde; en la segunda, de octubre a abril, podremos acceder a Monument Valley de 8 de la mañana a 4,30 de la tarde.
En ese sentido vamos a darte un consejo: planifica tu viaje para ver o el atardecer o el amanecer en el valle (a ambos). Ten en cuenta además que estamos en un estado, que aún siendo árido, no cuenta con temperaturas excesivamente altas, ni siquiera en verano. En invierno las cosas rondan los 5º. Esto puede ser porque estamos a 1.700 metros sobre el nivel del mar.
Hay además, de vez en cuando, potentes tormentas de arena que azotan el desierto. Pero no hay problema. Incluso puede ser un espectáculo ver este fenómeno metereológico desde un refugio protegido.
Coclusión: es recomendable ir abrigados.
Qué ver en Monument Valley
El valle incluye maravillosas estructuras de piedra que incluyen el famoso Ojo del Sol o la Oreja del viento. Son enormes e hipnóticas estructuras de piedra que forman arquitecturas naturales, puentes y túneles.Son 65000 km2 que se pueden recorrer en coche. Hay caminos de tierra bastante básicos que permiten una velocidad media bastante baja, aunque lo cierto es que no hay prisa una vez mires alrededor y veas el apabullante paisaje de otro planeta.
Hay varias varias rutas opcionales, guiadas por los Navajos con recorridos mínimos de una hora, aunque los hay de tres horas para circular junto a las principales montañas, como el macizo Mitchell, de 365 metros de altura sobre la meseta.
Evidentemente se puede ir a pie. El senderismo es una opción más que recomendable, aunque debes ir con líquidos, preparado para caminatas por el desierto y con el espíritu de aventura bien activado.
Por supuesto es también muy recomendable la ruta a caballo, para emular a John Wayne y disfrutar del lugar como si fueras protagonista de un western clásico.
En el lugar hay numeroso restaurantes, y hoteles para pasar la noche, por lo que la mejor opción es reservar alojamiento para pasar un par de días en Monument Valley.