Idiomas de Estados Unidos

Estados Unidos no tiene idioma oficial, aunque el inglés es sin duda su lengua predominante oficia de facto.

Estados Unidos carece de un idioma oficial a nivel federal, pero el inglés es el idioma nacional de facto, ya que la Constitución y las leyes oficiales se redactaron en dicho idioma. Incluso algunas leyes, como los Requisitos para la Naturalización, establecen este idioma como obligatorio para la obtener la ciudadanía. De dotar esta oficialidad a la lengua inglesa se fueron encargando individualmente 30 de los 50 estados de la Unión.

El inglés es, pues, el idioma más hablado por amplia mayoría de habitantes. Le sigue en número de hablantes el español, que es el segundo idioma en 43 estados. En algunas zonas del Sur y Suroeste es hablado por casi la mitad de la población, e incluso adquiere rango de oficialidad, como en Nuevo México. El inglés comparte un mismo status con otros idiomas en más lugares, como Hawaii, donde el hawaiano es idioma co-oficial o Louisiana, que adoptó el francés como segunda lengua. En California no hay idioma oficial, pero es habitual que la publicación de documentos oficiales se realice también en castellano. Por su parte, en los territorios insulares del Pacífico y el Caribe se reconocen oficialmente algunos idiomas nativos hablados mayoritariamente por los habitantes de la zona.

Estadísticas

Las estadísticas sobre los idiomas hablados habitualmente en los hogares estadounidenses varían constantemente, dado el carácter fundamentalmente inmigratorio de los Estados Unidos desde su nacimiento. En todo el país se hablan infinidad de lenguas, pero el inglés es el idioma más hablado, con más de 215 millones de angloparlantes, lo que supone un 85% de la población, y dos tercios del total de los hablantes nativos de inglés.

El castellano, con 28 millones de hablantes habituales, ocuparía el segundo puesto son más de un 10% de ciudadanos. La gran mayoría de los estudiantes lo eligen como idioma extranjero en su educación. Le siguen las diferentes lenguas chinas, principalmente el cantonés, con 2 millones, aunque el chino mandarín está teniendo un auge en los últimos años. El francés tiene más de dos millones de hablantes que lo utilizan como idioma natal; la cuarta parte de sus usuarios hablan el característico francés criollo de Louisiana. Se estima que siete millones de personas en los Estados Unidos tienen como lengua habitual una diferente de las ya mencionadas.

El italiano, el alemán, el tagalo, el vietnamita, el portugués, el ruso o el árabe está presente en muchos lugares, y en ocasiones es el idioma mayoritario de barrios o zonas determinadas.

La Administración norteamericana mantiene desde hace un tiempo una postura más respetuosa con la diversidad lingüística que en el pasado. Como ejemplo, cabe mencionar que en el año 2000, la Oficina del Censo de los Estados Unidos publicó sus cuestionarios en inglés, castellano, coreano, chino (con caracteres propios), vietnamita y tagalo.

El inglés norteamericano

El inglés norteamericano es un conjunto de variantes de esta lengua. Estas variantes norteamericanas tienen características concretas, pero en general tienen muchos más puntos en común que, por ejemplo, las variantes británicas del inglés, que son mucho menos homogéneas. La base del inglés norteamericano es la lengua que trajeron los inmigrantes ingleses desde el siglo XVII, con aportes posteriores de los idiomas nativos americanos y los de las personas llegadas de todo el mundo hasta el presente.

La morfología del inglés norteamericano no es demasiado diferente del llamado inglés estándar, y la característica original más destacada es el uso de sustantivos como verbos (interview, transition); de hecho, existe un dicho que reza «No hay ningún nombre en los Estados Unidos que no pueda ser verbalizado». Las mayores particularidades están en el vocabulario: en el primer siglo de existencia hubo préstamos de las lenguas nativas (moose, opossum), del neerlandés (cookie, stoop), del francés (levee, prairie, portage) o del español (rodeo, barbeque, canyon), y palabras tomadas del inglés original para denominar elementos sólo existentes en América (bottomland, rapids, timberline).

En el último siglo, el inglés americano cobró un impulso exportador, y cientos de palabras nacidas de las innovaciones técnicas o de la cultura popular son usadas hoy en día en todo el mundo. Muchas de ellas incluso nacieron en América como jerga (jazz, disc jockey) y hoy en día están plenamente asentadas en el inglés formal.

Un rasgo distintivo que se detecta enseguida es el acento, que es bastante diferente de los acentos británicos. El inglés americano tiene un acento homogéneo a lo largo de todo la mayor parte del país (el llamado General American), a causa de los intensos movimientos migratorios internos en todo el territorio en el último siglo.

En todo caso, hay zonas que tienen acentos diferenciados. La parte más variada es el Noreste: en Nueva Inglaterra la pronunciación tiene semejanzas con los acentos británicos, y la zona de los Grandes Lagos también tiene rasgos distintivos. Nueva York tiene un acento propio, con un substrato del neerlandés de la colonia original. El llamado acento californiano es un aluvión del resto de acentos americanos, con una antigüedad de menos de un siglo. Por contra, el más diferenciado es el acento sureño, que es muy reconocible en cualquier escucha casual, aunque hay grandes diferencias entre el modo de hablar de la población mayor y el de la de los jóvenes sureños. Pero también en el Sur hay diferencias, como el acento de Nueva Orleans (de influencia francesa) o de Miami (de rasgos hispánicos).

También hay acentos específicos de diferentes etnias. El más extendido es el acento afroamericano, con rasgos muy distintivos comunes a otras versiones criollas del inglés. Desde hace décadas, a causa del fin de la segregación y una mayor interacción social, el acento y la morfología del inglés afroamericano van permeando al General American e incluso al inglés estándar.

Lenguas indígenas

A lo largo de todo el país perviven numerosas lenguas nativas americanas, con diversas raíces y ramas lingüísticas, y muchas de ellas aisladas e inclasificables en ninguna familia. Los filólogos rechazan la idea de unirlas a todas en una sola gran familia amerindia, dada la diversidad de elementos léxicos, morfológicos y semánticos básicos que las diferencian unas de otras. Si embargo, todas tienen rasgos comunes, como la preferencia por los sufijos en lugar de los prefijos u otros afijos, la ausencia de una sistema escrito y su uso muy minoritario por comunidades locales. Estos dos últimos factores explicarían en gran medida la posible y futura desaparición de muchas lenguas, aunque en algunos casos se intenta conservar y usar dentro de las reservas. La lengua nativa más utilizada es el navajo, hablada por más de 170.000 personas en Nuevo México y Arizona.