Filosofía en Estados Unidos

Ralph Waldo Emerson fue una de las figuras capitales del trascendentalismo, corriente de pensamiento que es la base del individualismo norteamericano.

Con sólo dos siglos de historia, los Estados Unidos, líder cultural del planeta en la actualidad, fue capaz de sacar adelante un pensamiento filosófico propio del que derivan buena parte de las corrientes filosóficas occidentales de nuestros días, destacando las disciplinas de epistemología, pedagogía, lingüística, semiótica, moral y política. Desde que los transcendentalistas de Thoreau y Emerson alumbraran el primer movimiento de pensamiento auténticamente americano en el siglo XIX, hasta las recientes aportaciones de Rawls y Nozick a la filosofía política, no dejaron de surgir corrientes de gran influencia en todo el pensamiento posterior que hoy en día suponen modelos de igual importancia a los tradicionales filósofos europeos.


Etapa precolonial

Los primeros filósofos que dejan sus escritos en suelo americano son los puritanos llegados al continente en el siglo XVII. Teología y filosofía de la religión fueron sus principales objetivos de estudio, aunque también se estudió, por razones prácticas, la relación del individuo con la comunidad, caso de pensadores como John Winthrop, que fue el principal filósofo social de la época y analizó las diferencias entre lo público y lo privado en una sociedad recién nacida como la de las colonias norteamericanas. Otro pensador, Roger Williams, realizó interesantes estudios morales sobre tolerancia religiosa, muy influyentes en la posterior construcción de las libertades del país.

En el siglo XVIII, la Ilustración por un lado y el calvinismo por otro serán importantes influencias para el nacimiento de la primera democracia del mundo. La teología calvinista, encabezada por Jonathan Edwards, famoso por sus enérgicos sermones sobre el púlpito fue una de las bases de la permanente presencia de la figura de Dios en la política norteamericana. Mezclando platonismo cristiano, empirismo epistemológico y la física newtoniana supo conciliar la fe y la razón en una misma doctrina científica. Muy influenciado por Berkeley, se opuso al libre albedrío, dejando una famosa sentencia: “we can do as we please, but we cannot please as we please».
Sin embargo, esta doctrina se fusionó con la Ilustración llegada de Europa, promocionada por importantes pensadores que serían los padres de la nación, con Thomas Jefferson como principal cabeza visible. Esta fusión derivaría en la actual Constitución y en el primer sistema democrático del mundo. Las ideas de Rousseau o Voltaire se adaptaron al nuevo continente, y Thomas Paine desarrolló los Derechos del Hombre, base del nuevo sistema político que separaba poderes y daba soberanía al pueblo.


Siglo XIX

Con el sistema ya consolidado, se importa el romanticismo europeo y el pensamiento de Hegel, fundamental para el nacimiento del primer pensamiento autóctono, el transcendentalismo. Esta corriente se basa en la subjetividad de la experiencia humana, y supone un paradigma del individualismo que caracteriza a la nación. El individuo y su propia intuición, y su experiencia empírica sobre la naturaleza, se oponen al excesivo intelectualismo y al materialismo propio del XVIII. Ralph Waldo Emerson, Margaret Fuller y Henry David Thoreau serán los principales impulsores de este pensamiento.

Tras la guerra de Secesión surge otro movimiento que tendrá una importancia capital en el desarrollo de la filosofía norteamericana y mundial: el pragmatismo. Son claves las figuras de Charles Sanders Pierce, matemático abanderado de esta corriente, y William James, empirista radical que también se posicionó del lado de este otro gran movimiento del pensamiento filosófico del XIX, desde una perspectiva más teológica. También dentro del pragmatismo destacan John Dewey y sus estudios sobre pedagogía, filosofía aplicada y filosofía de la educación, que llegan a renegar de la escolarización infantil.


Primera mitad del siglo XX

Con la llegada del nuevo siglo, el pragmatismo va perdiendo fuerza y surgen numerosas corrientes que se cuestionan nuevas realidades propias de los tiempos. Básicas para estos cambios de pensamiento son las ideas de Einstein y su teoría de la relatividad, el existencialismo y la nueva filosofía del lenguaje. Sin embargo, a principios de siglo, pensadores como George Santayana siguen apoyando el pragmatismo con sus tesis. Escéptico, naturalista y opuesto al idealismo, Santayana, de origen español, defendió ante todo el sentido común y la idea de que el conocimiento no es resultado de la razón, sino de lo que llamó fe animal, una confianza en los sentidos que nos ayuda a actuar en el mundo.

La filosofía analítica surge a mediados de siglo con la llegada de Bertrand Rusell y otros exiliados europeos que se instalan en los Estados Unidos a causa de la II Guerra Mundial. Ajustados al positivismo lógico, tocaron todas las disciplinas filosóficas, poniendo énfasis en la ética, la teología, la metafísica y la ontología. Dentro del movimiento destacan las figuras capitales de W.V.O. Quine, padre de la teoría de indeterminación, y sus alumnos en Harvard, Saul Kripke, David Kellogg Lewis y Thomas Kuhn.


Segunda mitad del siglo XX

La filosofía analítica, demasiado abstracta y conceptual, se vuelve a partir de los años 50 mucho más práctica en lo referente a los social y político. Como resultado, nace el objetivismo, muy influenciado por la literatura de Ayn Rand y lo que ella llamó egoísmo ético, que indagaba en un nuevo pensamiento político. John Rawls, Robert Nozick y Alasdair MacIntyre en los 70 desarrollaron todo tipo de ideas políticas que parten desde el anarquismo hasta el clásico contrato social de Rousseau. La figura de Martin Luther King es fundamental en la filosofía social de estos años, pese a que no era tanto un filósofo como un impulsor del movimiento de los derechos civiles. Partiendo de la base de Luther King y desarrollando la defensa filosófica de las minorías en la sociedad, en los 60 y 70 surgen movimientos como el feminismo de Betty Friedan o Adrienne Rich.


Filosofía en la actualidad

Hacia finales del siglo XX surge un nuevo interés por el pragmatismo. Figuras como Hilary Putman o Donald Davidson aportarán novedosas ideas en lo referente a lo que denominaron filosofía de la mente, que indagan en el comportamineto y la consciencia humanas. Adscritos a la sólida filosofía analítica, ya instaurada en las academias, hay que citar las figuras de Richard Rorty o Noam Chomsky. El pensamiento político y social sigue siendo la principal rama filosófica exportada por los Estados Unidos, además de importantes avances en la filosofía del lenguaje y de la ciencia. Ronald Dworkin y Richard Posner, por ejemplo, la analizan desde un punto de vista económico y legal.