Religión en Estados Unidos

El mapa muestra la predominancia de las religiones en cada estado de la Unión (Fuente: Wikipedia)

La primera enmienda de la Constitución garantiza claramente la libertad de culto, y los Estados Unidos son oficialmente un estado laico cuya constitución prohíbe cualquier tipo de gobierno religioso. Sin embargo, la ciudadanía dota a la religión de una gran importancia cultural, con un 41% de la población que afirma asistir con regularidad a servicios religiosos y una presencia constante en muchos aspectos de las relaciones sociales. No es extraño que los políticos hablen de religión en sus campañas electorales, e incluso que dichas campañas sean abiertamente financiadas por grupos religiosos.

Los Estados Unidos son uno de los países occidentales más religiosos del mundo, seguido de Irlanda. Pese al variado crisol de credos que conforman la nación, el cristianismo (en todas sus variantes) es con diferencia la religión más extendida, con un 78,4% de la población (US Census, datos de 2007). La presencia del cristianismo es tan patente en la sociedad norteamericana que incluso hay una zona geográfica llamada Bible belt (el cinturón de la Biblia), que comprende casi todos los estados del Sur, y en la que la religión empapa casi cualquier manifestación social, política o económica. La confesión cristiana mayoritaria es el catolicismo, con un 24% de la población, aunque si se cuentan los distintos grupos protestantes evangélicos como uno, superan ampliamente esa cifra, llegando a cerca del 50% del total. El resto de religiones mayoritarias en el mundo también tienen una presencia importante. Con todo, destaca el hecho de que el ateísmo y el agnosticismo están aumentando, con un 16% de la población declarándose como tal, frente a un 8% que lo hacía en 1990.

Cristianismo
El catolicismo romano conforma la religión más extendida, si bien su presencia va disminuyendo con el tiempo, en comparación con otras iglesias protestantes o el agnosticismo y ateísmo. Las importantes corrientes migratorias mexicanas, italianas e irlandesas, de gran tradición católica suponen en gran medida los pilares de esta iglesia en la nación. Sólo un único presidente, John F. Kennedy, fue miembro de la iglesia católica. El resto de presidentes de los Estados Unidos formaron parte de otras iglesias cristianas protestantes.

Aparte del catolicismo, el resto de las iglesias cristianas del país se dividen en numerosos grupos protestantes y sectas de diferente signo, que juntos suponen casi el 50% de la población. La confesión mayoritaria en un número mayor de condados del país es la iglesia baptista, con un total de 1302 condados. Tiene presencia predominante sobre todo en el Sur y Sureste del país. Los baptistas creen de forma literal e infalible las palabras de la Biblia, y rechazan radicalmente teorías científicas como el evolucionismo. Funcionan con un sistema de congregaciones, que supone una gran autonomía de las iglesias locales. La mayoría de estas congregaciones tienen actualmente un marcado carácter conservador y en ocasiones fundamentalista, que en muchos casos entra en lo político. Otra rama del protestantismo con gran tradición desde las primeras colonias es el metodismo. Esta confesión defiende el libre albedrío y rechaza la predestinación; fundamentado en sólidas bases teológicas, el metodismo defiende el uso de la razón como algo no reñido con la fe, y su principal rasgo es su carácter misionero. Es practicado por un 7,2% de la población de los Estados Unidos. El 5% de la población se autodenomina luterana, es decir, defiende los cuatro postulados establecidos por Martín Lutero en 1517. Con una liturgia muy similar a la católica, el protestantismo luterano difiere en la existencia de dos únicos sacramentos (bautismo y comunión), un rechazo de las imágenes (santos, vírgenes…), la autonomía de cada iglesia local y el hecho de que los ministros y pastores luteranos pueden contraer matrimonio. Una zona predominantemente luterana es el Medio Oeste norteamericano. Un 2,8% de norteamericanos están adscritos a la religión presbiteriana, que sigue los postulados de Calvino, apenas diferentes de los dogmas de Lutero. La Presbyterian Church cuenta en los Estados unidos con 2,3 millones de miembros.

La iglesia pentecostal prosperó en los Estados Unidos desde su llegada a mediados del siglo XVIII. Su carácter es radicalmente evangélico, con una fuerte fe en milagros y don de lenguas otorgados por el Espíritu Santo. Actualmente es una de las pocas iglesias protestantes que está aumentando notablemente en número en el país. y la iglesia de Dios de Cleveland es, desde el siglo XIX, uno de sus principales núcleos, si bien, el pentecostalismo, como toda iglesia evangélica, posee una gran autonomía en cada iglesia local. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (popularmente llamados mormones) es un caso único, que destaca por ubicarse casi exclusivamente en el estado de Utah, donde representan más de un 60% de la población, suponiendo un 1,5% de la población de los Estados Unidos. Las principales doctrinas de este movimiento nacido en el siglo XIX son su proselitismo, que obliga a los jóvenes mormones a pasar dos años (tres en caso de las mujeres) en un país extranjero para difundir el Evangelio, el extremo cuidado en la orientación familiar de sus miembros, obligándolos a aportar un 10% de su salario como diezmos, y la capacidad para bautizar en esta religión a los fallecidos con el fin de alcanzar su salvación. Otras prácticas controvertidas, como la poligamia, fueron habituales en el pasado entre los mormones, aunque este hábito es rechazado actualmente por el dogma oficial, manteniéndose en varias sectas escindidas.

Los anglicanos, los anabaptistas, los cuáqueros, los adventistas o los testigos de Jehová tienen un número considerable de seguidores en todo el país, sin tener un núcleo geográfico marcado. La suma de estas confesiones y otras muchas sectas protestantes minoritarias supone el 8% de la población estadounidense.

Otras religiones
Un 1,4% de la población de los Estados Unidos practica el judaísmo, aunque la población de etnia judía no practicante es mucho mayor. La presencia de la religión judía fue aumentando con las migraciones europeas desde la declaración de la independencia de 1776, si bien destacó por su un notable aumento durante el siglo XX a causa del exilio provocado por el auge de los totalitarismos europeos. Un número destacado, aunque no mayoritario, de judíos practicantes se declara ortodoxo. También a causa de la emigración está actualmente aumentando en número de musulmanes (0,6 % de la población), budistas (0,5%) e hinduístas (0,4%) en todo el país, aunque ya existían partidarios de estas creencias mucho antes.