El nombre de Alaska procede de la palabra aleutiana alaxsxaq, que significa «objeto contra el que la acción del mar es dirigida».
La región tiene sus primeros asentamientos hace unos 10.000 años, en el Paleolítico Superior.
Los primeros occidentales en explorar la región serán los rusos, que colonizaron la zona y explotaron una industria de la caza para vender pieles. Más tarde serían los españoles y los británicos quienes intentarán explotar los numerosos recursos de la región, pero será finalmente Estados Unidos los que comprarían este estado a Rusia.
Asentamientos rusos
El navegante danés Vitus Bering, al servicio de la flota rusa, descubrió Alaska a bordo del San Pedro en el transcurso de la Segunda expedición a Kamchatcka. El ruso Alekséi Chirikov, al mando del San Pablo, llegaría en julio de 1741 a la actual ciudad de Sitka.
La principal actividad en la zona era la caza de nutrias, pero la colonia apenas fue rentable por el elevado coste de los navíos que se necesitaban. El contacto de los rusos con los nativos fue cordial en un principio, pero pronto se produjeron discrepancias y enfermedades transmitidas por los europeos, llevando al exterminio de 4/5 de la población nativa.
España llega a Alaska
Los españoles reclamaron sus legítimos derechos sobre la costa oeste de Norteamérica, que incluía Alaska. Carlos III organizó diversas expediciones a la región para intentar colonizarla. De esta época ha quedado algún topónimo en la región, como el Glaciar Malaspina o la ciudad de Valdez.
Poco después serán los británicos los que envíen a explorar la zona, organizándose expediciones muy importantes como las de James Cook o George Vancouver.
Compra del estado
En 1867, el Secretario de Estado estadounidense William H. Seward compró Alaska a Rusia por 7,2 millones de dólares. Aunque no fueron pocas las críticas, poco después se descubriría oro en Yukón y sobre 1890, los territorios de Alaska y Yukón sufrieron una fuerte explotación de sus minas debido a la llamada fiebre del oro, sobre todo en la zona de Klondike.
Se incorpora Alaska como un estado más
Alaska tardaría en convertirse en estado oficial, e incluso a tener voz y voto en el congreso, pero tras la Segunda Guerra Mundial Alsaka entraría en la Unión. Fue el presidente Eisenhower el que firmó en 1958 la llamada Acta estatal de Alaska (Alaska Statehood Act), que permitiría que Alaska se convirtiera en estado propio en 1959.
En 1968 se encontró otro filón por explotar: el petróleo. De ahí se pasó a la construcción en 1977 del oleoducto Transalaskiano (Trans Alaskan Pipeline).
Desde entonces, el petróleo es uno de los recursos básicos que permitió el florecimiento de la economía del estado, aunque cada vez son más las voces que protestan contra un expolio de los recursos naturales por parte de multinacionales a las que el medio ambiente y la conservación del incalcu