Antes de que las primeras expediciones españolas llegaran a la zona, California ya estaba habitada desde hacia miles de años por las primeras gentes llegas desde Así por Bering. Se desconoce la fecha exacta pero lo que hoy es el Golden State, pero la teoría más aceptada por historiadores e investigadores se refiere a una migración de pueblos asiáticos que cruzan el estrecho de Bering unos 16000 años atrás y se distribuye por todo el continente.
Prehistoria y época pre-europea
Las numerosas tribus que vivieron en California a lo largo de su historia demuestra que la zona siempre se caracterizó (aún lo hace) por su diversidad cultural. Se especula que en la época de mayor esplendor, California contaba con una población de 300.000 personas de distintas tribus, aunque tal cifra es muy discutida. La población se diseminaba por la dificultad de obture recursos que garantizasen la estabilidad núcleos poblacionales amplios. Diseminadas entre la costa, donde el comercio tuvo un gran protagonismo. Los valles y colinas centrales, en los que una agricultura más diversificada y compleja era la principal forma de economía. Las montañas, donde las tribus aún practicaban la caza y pesca como forma de vida. Y por último, en el desierto, en donde se cuidó de forma especial el mantenimiento y aprovechamiento de los oasis, para conseguir sobrevivir.
Antes de la hegemonía española de 1700, las guerras entre estas tribus se alternaron con épocas de relativa paz.
Llegada de los españoles
A inicios del siglo XVI, aún sin explorar el continente por la corona española, Juan Rodriguez Cabrillo descubre que la península de Baja California no era una isla. Cabrillo esperaba encontrar en sus viajes la legendaria ciudad de Cíbola, pero fue descubriendo en el continente, fértiles puntos a lo largo de toda la costa que fue bautizando con nombres de santos. De ahí que hoy en día, el estado de California tenga tantos ejemplos de toponimia española: Santa Mónica, San Diego, San Miguel, San Andrés, Santa Bárbara, San José…
Tras la muerte de Cabrillo, la corona española apenas prestó atención a la zona, pues estaba mucho más interesada (y ocupada) con la ingente riqueza que había en las tierras del sur. Por ello el territorio californiano fue prácticamente ignorado por las monarquías europeas hasta bien entrado el siglo XVIII. Incluso el pirata británico Francis Drake reclamó para sí las tierras californianas al norte de Punta Loma, lugar de difícil definición.
Desarrollo de una colonia española
En 1769, en San Diego, el fraile franciscano Fray Junípero Serra funda la primera de muchas misiones franciscanas que poblarán toda la región de California. Con apoyo militar de la corona, las misiones van proliferando por la zona, acompañadas de asentamientos seglares. Para desarrollar plenamente la agricultura y ganadería de la zona, los españoles crean los ranchos, latifundios concedidos de forma gratuita por los gobernadores, que comprendían ámplias extensiones de terreno fértil.
La zona de Bahía Bodega conocida como Yeba Buena, actual San Francisco, fue la principal zona de asentamiento urbano y fueron constantes las migraciones de otros países a comienzos del siglo XIX. Al norte de la ciudad destacó el llamado Nuevo Sebastopol, asentamiento de numerosos colonos rusos, que fue vendido en 1841.
Provincia mexicana y anexión a los Estados Unidos
En 1821, California se convierte en otra provincia mexicana al norte del Río Grande, junto a Texas y Nuevo México. El gobierno mexicano desmantela las misiones, que van quedando paulatinamente abandonadas y establece la sede de su gobierno en Monterrey.
Pero en 1846, un grupo de colonos de carácter paramilitar comandados por Richard Henry Dana, y apoyados por gran parte de la población descontenta con la gestión mexicana declaró la independencia de la República de California. En numerosas escaramuzas, México fue perdiendo poco a poco su territorio y en 1848 se firma el Tratado de Guadalupe Hidalgo, en el que el país azteca cede sus provincias interiores a los Estados Unidos, incluida toda la Alta California.
Oficialmente, California se convierte en un estado más de la nación en 1850 y se estableció su capital en Sacramento. La polémica de esta anexión fue notoria en esos años, ya que California no era un estado esclavista, causando un fuerte desequilibrio político con otros estados. El republicano Lincoln consigue un 32% de los votos en las elecciones y ese desequilibrio se radicaliza, iniciándose el caldo de cultivo de lo que sería la guerra de secesión estadounidense.
Guerra civil y posterior desarrollo
La guerra dividió drásticamente a la población, aunque cuando el gobierno federal logró controlar políticamente California, el estado se declaró favorable a la Unión y contrario a la secesión del sur, por lo que al final de la guerra apenas había simpatías pro-sureñas.
En 1865, con el fin de la guerra, es cuando California vive un esplendoroso desarrollo industrial. Años antes, ya se había encontrado oro en la zona de Sacramento, atrayendo a una numerosa migración a la zona. La población, bastante escasa hasta la época ,vivió un espectacular crecimiento a finales del siglo XIX. La emigración llegó tanto del interior del país como del exterior, destacando un porcentaje de población asiática que se asentaba en la zona.
La construcción del ferrocarril transcontinental fue otro de los factores de la industrialización de la zona. Millones de trabajadores colaboraron con su realización al fin de la guerra y el Gobierno vendió terrenos baratos a los ciudadanos de la zona, para poblar todo el estado. A finales de siglo, California ya era de los estados más poblados de los Estados Unidos.
Siglo XX
Hasta la crisis del 29, California vivió un florecimiento continuo de su economía. La cada vez más poderosa industria del cine se estableció en Hollywood y el ferrocarril siguió beneficiando a las ciudades incluidas en su ruta. Incluso después del crack económico. La población nunca dejó de aumentar en el estado, que era visto como una tierra de oportunidades para numerosa gente desempleada de todo el país. La ciudad de Los Ángeles vivió un aumento demográfico espectacular que continúa actualmente, situando a su área metropolitana como una de las más pobladas del planeta.
Tras la Segunda Guerra Mundial, en los años 50 y 60, florece de nuevo la economía en la zona, y por lo tanto California se convierte en referente cultural (y contracultural). En los 70, la inmigración hispana se incrementa notoriamente y en los 80, el estado es por sí solo, la octava economía del mundo, muy por encima de muchos países europeos.
California fue siempre el paradigma del llamado sueño americano. Las nuevas oportunidades nacían y se concretaban en este soleado territorio. El cine en los años 20, la televisión en los 50, la industria discográfica tuvo su explendor de los 60 a los 80, y la cada vez más importante industria tecnológica vivió su gran explosión en los 90 estableciéndose en Sillicon Valley. El turismo, la industria farmacéutica y el entretenimiento son hoy los grandes ejes de la riqueza californiana.
Actualmente, California tendría el peso equivalente a la sexta economía mundial.