Himno de Estados Unidos

El texto original de "The Star-Spangled Banner", escrito por Francis Scott Key en 1814 y conservado en la Biblioteca del Congreso.

El himno de los Estados Unidos es conocido como «The Star-Spangled Banner» («La bandera tachonada de estrellas»), en alusión a la bandera de la Unión. El texto tiene su origen en el poema “Defence of Fort McHenry”, escrito en 1814 por  Francis Scott Key. Al escribir estos versos, Key intentó adaptarlos a una canción inglesa titulada «To Anacreon in Heav’n», compuesta hacia 1780 por el británico John Stafford Smith. Letra y música fueron muy populares en el siglo XIX, siendo utilizadas a menudo por el Ejército y la Marina. De todos modos, la composición no obtuvo la oficialidad hasta marzo de 1931, cuando el Congreso presidido por Herbert Hoover la declaró Himno Nacional.

Francis Scott Key
Abogado y escritor nacido en 1774 en Georgetown, cultivó la poesía como actividad extra-profesional desde una edad temprana. Hijo de militar, participó como abogado en un intercambio de prisioneros durante la guerra contra los ingleses de 1812, a bordo del barco británico HMS Tonnant. En ese navío fue retenido durante la Batalla de Baltimore, pudiendo ver impotente desde su celda el bombardeo de Fort McHenry. Al día siguiente, Key pudo celebrar el fracaso del ataque británico sobre el fuerte al ver ondear la bandera de 15 estrellas de los Estados Unidos. Estos acontecimientos inspiraron la composición del poema, en principio sin ninguna ambición de pasar a la posteridad, pero dado su exaltado patriotismo y su celebración de la victoria, fue rápidamente adoptado como uno de los símbolos nacionalistas del joven estado. En uno de los últimos versos aparece una variante de una cita de la Biblia («En Dios confiamos»), que más tarde sería adoptada como uno de los lemas de los Estados Unidos.

Usos y adaptaciones del himno
«The Star-Spangled Banner» es utilizado en todo tipo de eventos institucionales y sociales, aunque rara vez se canta completo: lo más habitual es cantar solamente la primera de las cuatro partes. Son muy habituales las interpretaciones del himno por parte de artistas o personas conocidas antes de eventos deportivos de importancia, sobre todo en béisbol y fútbol americano. Muchas de estas interpretaciones públicas de la composición tienen relevancia histórica, como la de José Feliciano en las World Series de 1968, que generó una gran cortroversia en plena guerra de Vietnam, al llevar el himno a un terreno folk-blues. Después de esta primera revisión del himno, se fueron haciendo habituales las relecturas personales por artistas consagrados (como Marvin Gaye o Smokey Robinson, que lo adaptaron a la música soul), llegando a versiones delirantes como las de Steven Tyler o Dr. John. Otros artistas plantearon el himno desde diferentes ópticas, caso de la legendaria actuación de Jimi Hendrix en Woodstok (1969), en la que el guitarrista lo interpretó a base de lisérgicas distorsiones. Anteriormente, en 1944, Igor Stravinsky incluso llegó a ser amenazado por la policía de destrozar propiedad nacional. El compositor John Williams también llevó el himno a su terreno, imbuyéndolo de épica y grandiosidad.

Compositores clásicos de otras nacionalidades con el renombre de Wagner («American Centennial March»), Puccini (“Madame Butterfly”) o Rachmaninoff (“National Emblem”)  incluyeron fragmentos de la canción para sus composiciones en forma de homenaje, guiño o alusión. Por su parte, inmigrantes asentados en la nación tradujeron el himno a sus lenguas de origen, y por ello hay versiones en alemán, yiddish, francés de Louisiana, español latinoamericano, samoano, gaélico irlandés e incluso latín.

Letra

I
O say, can you see, by the dawn’s early light,
What so proudly we hailed at the twilight’s last gleaming,
Whose broad stripes and bright stars, through the perilous fight,
O’er the ramparts we watched were so gallantly streaming!
And the rockets’ red glare, the bombs bursting in air,
Gave proof through the night that our flag was still there.
O say, does that star-spangled banner yet wave
O’er the land of the free, and the home of the brave!

II
On the shore, dimly seen thro’ the mists of the deep,
Where the foe’s haughty host in dread silence reposes,
What is that which the breeze, o’er the towering steep,
As it fitfully blows, half conceals, half discloses?
Now it catches the gleam of the morning’s first beam,
In full glory reflected now shines in the stream:
‘Tis the star-spangled banner! O long may it wave
O’er the land of the free and the home of the brave!

III
And where is that band who so vauntingly swore
That the havoc of war and the battle’s confusion
A home and a country should leave us no more!
Their blood has washed out their foul footsteps’ pollution.
No refuge could save the hireling and slave
From the terror of flight, or the gloom of the grave:
And the star-spangled banner, in triumph doth wave
O’er the land of the free and the home of the brave!

IV
O thus be it ever when freemen shall stand
Between their loved home and the war’s desolation!
Blest with victory and peace, may the Heav’n-rescued land
Praise the Power that hath made and preserved us a nation.
Then conquer we must, when our cause it is just,
And this be our motto: «In God is our Trust.»
And the star-spangled banner in triumph shall wave
O’er the land of the free and the home of the brave!

Traducción al castellano
(Traducción de Francis Haffkine Snow, 1919)

I
Amanece: ¿no veis a la luz de la aurora
Lo que tanto aclamamos la noche al caer?
Sus estrellas, sus franjas, flotaban ayer,
En el fiero combate en señal de victoria.
Fulgor de cohetes, de bombas estruendo,
Por la noche decían: «¡Se va defendiendo!»
¡Oh, decid! ¿Despliega aún su hermosura estrellada
Sobre tierra de libres la bandera sagrada?

II
En la costa lejana que apenas blanquea
Donde yace nublada la hueste feroz
Sobre aquel precipicio que elevase atroz
¡Oh, decidme! ¿Que es eso que en la brisa ondea?
Se oculta y flamea, en el alba luciendo
Reflejada en la mar, donde va resplandeciendo
¡Aún allí desplegó su hermosura estrellada
Sobre tierra de libres la bandera sagrada!

III
¡Oh, así sea siempre, en lealtad defendamos
Nuestra tierra natal contra el torpe invasor!
A Dios quien nos dio paz, la libertad y honor,
Nos mantuvo nación con fervor bendigamos.
Nuestra causa es el bien, y por eso triunfamos
Siempre fue nuestro lema: «En Dios confiamos».
¡Y desplegará así su hermosura estrellada
Sobre tierra de libres la bandera sagrada!