La industria turística de Nueva York ha acogido con satisfacción la reciente aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, pues esperan que se produzca un aumento en los viajes de parejas homosexuales para casarse en la Gran Manzana. Las previsiones que manejan las empresas turísticas superan los 400 millones de dólares para los próximos tres años, incluyendo bodas, banquetes, lunas de miel y tasas matrimoniales de los miles de parejas homosexuales que se espera que se acerquen a Nueva York a raíz de la aprobación de la ley el pasado junio.
Los poderes públicos también están atentos a esta nueva fuente de ingresos. El departamento de turismo de Nueva York lanzó hace poco la campaña turística «Nueva York: Sí, quiero», con la intención de reforzar la idea de que Nueva York es el destino ideal para aquellas parejas homosexuales norteamericanas que deseen contraer matrimonio. El gobierno local da toda clase de facilidades administrativas e información sobre alojamiento, ceremonias y actividades relacionadas con los futuros matrimonios. Un estudio de la Conferencia Demócrata Independiente del Senado estima que más de 20.000 parejas homosexuales residentes en Nueva York se casarán en los próximos tres años, a lo que hay que sumar otras 45.000 parejas que acudirán desde fuera del estado para contraer matrimonio.
Nueva York no es ni mucho menos el primer estado norteamericano en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Lo que marca la diferencia es que Nueva York es desde hace mucho tiempo un destino turístico de primer orden para la comunidad LGTB, cuyos miembros acuden a la ciudad atraídos por su fama de ciudad abierta y por la tradición de lucha por los derechos de los gays, con el Stonewall como icono de la misma. Los disturbios en los alrededores de este local nocturno durante varios días de 1969 son considerados generalmente como el arranque del activismo gay, y muchas personas rinden homenaje a aquellos acontecimientos visitando el número 53 de Christopher Street. El Stonewall ya no existe como tal en ese lugar, pero en 1999 fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos.