Comienza la Semana de la Moda de Nueva York. Si París, Milán y Londres representan el lujo tradicional, Manhattan es la calle y sus demandas. Estos son los principales diseñadores que expusieron sus propuestas:
Carolina Herrera expone sus nuevas faldas lápiz, sus chaquetas de hombros redondeados y los zapatos bajos. También su especialidad: el vestido palabra de honor, que para otoño-invierno ofrece en paño de lana.
Mary Kate y Ashley Olsen muestran prendas básicas, de siluetas limpias y materiales lujosos. Una propuesta discreta y serena donde destacan los vestidos largos de cachemira tejida, los ponchos cortos y los bolsos de cocodrilo.
Katie Hillier y Luella Bartley no dejaron indiferente a nadie con sus pantalones bombacho incrustados en gruesos calcetines. Vibrante y arriesgada, la colección actualiza los códigos de la cultura urbana y la revisión irreverente del estilo deportivo.
Diesel Black Gold entregó un trabajo consagrado a la noche con un mosaico de aplicaciones metálicas que recorría vestidos plisados, pantalones y chupas de cuero.
Óscar de la Renta, modisto de 82 años formado en Balenciaga, Balmain y Lanvin seentrega a la reinterpretación de sus propios clásicos, tras ofrecer prendas masculinas protagonizadas por la raya diplomática. Los imperiales vestidos de noche en brocado y las piezas de cóctel con sofisticadas transparencias estuvieron a la altura de su propio mito.
Donna Karan, con 30 años de carrera reivindicó la fuerza de la mujer. Minifaldas, botas hasta la mitad del muslo y escotes vertiginosos. “Todo gira alrededor del cuerpo, el movimiento y la ciudad”, explicó.
Narciso Rodríguez en cambio, opta por explotar esta femineidad yéndose al minimalismo alemán y la ficción pulp lésbica de los años sesenta.
Michael Kors apuesta por el patronaje masculino y la mezcla de texturas como el tweed o la seda estampada. En su desfile, que abrió la modelo de 40 años Carolyn Murphy, la única licencia fueron los tops transparentes y las chanclas con los que retó a la climatología del próximo invierno.