Permanecía cerrada desde octubre, cuando la tormenta Sandy pasó por Nueva York, pero volvió a abrir sus puertas a los visitantes este jueves para celebrar el 4 de julio de este año.
El 4 de julio es el día de la Independencia de los Estados Unidos, que se celebra todos los años como fiesta nacional y por ello se quiso reabrir para ese día uno de los monumentos más emblemáticos del país.
En el momento de la reapertura de la Estatua de la Libertad, el clima acompañó los festejos. Y la espera para el mantenimiento mereció la pena.
El monumento que mide 92 metros de alto (93 si se tiene en cuenta el pedestal), fue un regalo de los franceses para celebrar los 100 años de las excelentes relaciones diplomáticas con Estados Unidos, así como el primer centenario de la independencia del país norteamericano. Es sabido que hay una réplica de la estatua en París, al lado del Sena, pero la de Nueva York, situada en la apropiadamente llamada Isla de la Libertad, es todo un símbolo del país.
Así que desde hoy, se puede volver a subir por sus ascensores, ahora reforzados con una mayor seguridad,